Secundaria | Día 9. Estrategias didácticas

Propósito Conocer las estrategias didácticas de las asignaturas.




Analizaremos algunas de las estrategias didácticas del resto de las asignaturas el día de mañana.



Las estrategias didácticas propicias para el desarrollo de competencias del Lenguaje y la comunicación.

Dos modalidades de trabajo:

Para que las prácticas sociales del lenguaje se conviertan en objetos de estudio en la escuela, los programas del campo de formación de Lenguaje y comunicación establecen dos formas de trabajo en el aula:

→ los proyectos didácticos, que es la principal estrategia didáctica que ocupa la mayor parte del tiempo escolar.

→ las actividades permanentes que se diseñan con una temporalidad y finalidad distintas.

Los proyectos didácticos.

Como se ha mencionado, la principal forma de trabajo didáctico que se establece en los nuevos programas de estudio del campo de formación de Lenguaje y comunicación es el desarrollo de actividades por medio de proyectos didácticos.

Para entender la idea de proyectos didácticos en el marco de los programas de Español y para no confundirlos con otras modalidades o maneras de abordar esta estrategia didáctica desde otras perspectivas o asignaturas, es necesario asociar esta definición a las prácticas sociales del lenguaje, son las formas en que las personas se relacionan entre sí mediante el lenguaje: estas maneras de comunicarse, según su complejidad, implican la realización de una serie de actividades encaminadas a elaborar un producto de lenguaje que generalmente tiene un uso social; tomando como base esta descripción:
Un proyecto didáctico implicaría también la realización de un conjunto de actividades secuenciadas, previamente planificadas por el docente, que estarían encaminadas a elaborar un producto del lenguaje.

Las prácticas sociales del lenguaje se realizan con una finalidad comunicativa; se pretende que los proyectos didácticos al realizarse en la escuela procuren conservar esta finalidad pero que además contengan un propósito didáctico; es decir, se realicen con el fin de que los alumnos conozcan y reflexionen acerca de distintos aspectos del lenguaje.

Las actividades permanentes.

Estas actividades se desarrollan antes, durante y después de los proyectos didácticos, pues son elementos complementarios que el docente desarrolla cuando lo considere necesario, en función del conocimiento que tenga sobre las necesidades y desarrollo particular del grupo.

Su propósito es impulsar el desarrollo de las habilidades lingüísticas de los alumnos dirigidas a fortalecer sus prácticas de lectura y escritura; ofreciendo mayor libertad para que desarrollen de acuerdo con sus preferencias y previos acuerdos con sus compañeros y maestros, algunas actividades relacionadas con la interpretación y producción de textos orales y escritos: organizar un cineclub en la escuela, comentar diversas noticias de su interés, dedicar un espacio a la lectura de textos seleccionados por los propios alumnos, etc.

Es importante que el maestro planifique y lleve a cabo de manera sistemática este tipo de actividades ya que contribuyen a que los alumnos exploren y tengan diversas experiencias acerca de las prácticas sociales del lenguaje.

Al respecto conviene tener presente que en la vida cotidiana existen prácticas del lenguaje que las personas desarrollan de manera frecuente y que tienen formas, espacios y características específicas: por ejemplo, hay quienes leen todos los días las noticias en los diarios, hay personas que dedican un tiempo específico y de manera periódica a ver películas; otras se dedican a leer una novela en ratos que destinan especialmente para ello.

La formación lectora efectiva se basa en programas balanceados que integran diferentes componentes: diversos textos, discusiones entre el profesor y los estudiantes, estrategias de análisis y comprensión en procesos de lectura grupal e individual, actividades de escritura, tales como la redacción de cuentos. Lo que implica la integración de todos los procesos de lenguaje: leer, escribir, hablar, escuchar, a lo que se suma la aplicación de una gran variedad de técnicas de evaluación.


Los estudios de caso y los proyectos de investigación.

En la enseñanza de la historia, el uso de los estudios de caso y los proyectos son estrategias que pretenden el estudio de particularidades históricas.

Su propósito es la problematización y la comprensión integral de fenómenos históricos. La diferencia más importante entre estudio de caso y proyectos es que el primero no conlleva necesariamente un producto final para su evaluación; el propio proceso de investigación sobre el caso estudiado dará al profesor la pauta para evaluar la adquisición de conocimientos, actitudes y valores.

Mientras que para el proyecto, el producto final, expresado de múltiples formas (cartel, exposición, trabajo escrito, video, página o sitio web etc.) puede ser el resultado a evaluar.

Estos trabajos implican el análisis puntual de procesos o acontecimientos que tuvieron lugar en un tiempo y espacio determinados, por lo que es necesario poner en práctica las capacidades de búsqueda y análisis de la información, organización y planificación del trabajo, así como los aprendizajes factuales, interpretativos, actitudinales y procedimentales.

Fomentan además, el manejo de la información histórica, así como la actitud crítica y propositiva reflejada en propuestas y acciones concretas, ante problemáticas o situaciones que han sido previamente estudiadas y comprendidas.

A continuación se enlistan los pasos para generar estudios de caso y proyectos.

1. Elección de un tema con base en la observación de algún fenómeno sociohistórico que interese a alumnos y profesores. Se recomienda ceñir el tema a uno de los ámbitos históricos (político, económico, sociedad o cultural).

2. Ubicación contextual del tema: delimitación temporal y espacial.

3. Definición de los propósitos de la investigación a partir de preguntas que generen un hilo conductor y propuestas de acción concretas.

4. Definición del producto final (en el caso de los proyectos). Éste puede variar en función del tipo de proyecto y de la creatividad de los grupos de trabajo.

5. Planificación y calendarización del trabajo.

6. Identificación de conceptos vinculados con el tema. Definición y reunión de las fuentes que se utilizarán.

7. Análisis de la información. Integración de respuestas y propuestas generadas al producto final.

8. Socialización y presentación de los proyectos.


Las actividades de geografía se pueden llevar a cabo en cualquiera de las siguientes estrategias didácticas:

→ Las exposiciones orales, conferencias, mesas redondas, coloquios, debates, entre otros.

→ Juegos de simulación geográfica.

→ La elaboración, análisis y lectura de material cartográfico.

→ Dramatizaciones.

→ Proyectos de investigación.

→ Trabajos de campo y excursiones de prácticas geográficas.

→ Lectura de imágenes.

→ Elaboración y análisis de infografías.

→ Uso de medios audiovisuales y computacionales.

→ Elaboración de modelos tridimensionales.

→ Investigaciones documentales, hemerográficas, estadísticas y cartográficas.

→ Realización de escritos.

→ Trabajos o actividades extraescolares en la comunidad, como campañas o programas de capacitación o divulgación.

→ Elaboración de esquemas, diagramas de flujo, mapas mentales o conceptuales, entre otros.


Las estrategias didácticas deben tener las siguientes características:

→ Modalidades en la organización del trabajo: con todo el grupo, en equipos, en binas, individual.

→ Modalidades de lectura y escritura: modelada, guiada, compartida, individual, en silencio, en voz alta, etcétera.

→ Diversidad en los materiales y recursos didácticos: elaborados por los propios alumnos o ya confeccionados, como títulos grandes y pequeños, títulos repetidos, títulos únicos, libros clasificados con base en niveles de dificultad, recursos multimedia (audio, video, discos compactos, programas para computadora, etcétera).

→ Modelar y actuar ante los alumnos como hablante, oyente, lector y productor experto de textos orales y escritos en inglés.

→ Propiciar oportunidades para que los alumnos participen en intercambios orales y en actos de lectura y escritura.

→ Fomentar una actitud positiva hacia el aprendizaje de lenguas no nativas y sus culturas.

→ Promover un clima de respeto y confianza en el que los errores, lejos de sancionarse y corregirse de manera constante, se vean como oportunidades para practicar y ensayar el inglés, así como recibir u ofrecer una retroalimentación positiva.

La realización exitosa de estas estrategias didácticas requiere que los docentes responsables de los grados que componen este ciclo sean conscientes de la importancia de incorporar a su práctica cotidiana las aportaciones relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje, tanto de la lectura y la escritura como de los intercambios orales en inglés.